José Gutiérrez Vivó / Carmen Aristegui

Gutiérrez Vivó / Aristegui

Por Juan José Solis Delgado

En los comentarios que escriben quienes visitan este blog se ha mencionado que con la desaparición del programa MONITOR de José Gutiérrez Vivó la mejor opción que existe es escuchar a Carmen Aristegui.

Amigos cercanos me han cuestionado acerca de por qué no he suscrito tal expresión. La respuesta que les he dado y hoy la pongo por escrito es que no comparto tal idea.

Vamos por partes. 1) No tengo nada en contra de Aristegui, todo lo contrario, reconozco que es una comunicadora de gran prestigio e influencia en el periodismo radiofónico. 2) Por consiguiente no es intención descalificar su trabajo. 3) Como ya lo señale en un post anterior, la presencia de Carmen Aristegui en la radio mexicana me parece necesaria pero no indispensable.

Hagamos un poco de historia. Hasta donde recuerdo, Aristegui saltó al escenario público leyendo noticias económicas-financieras en el otrora Canal 13 de Imevisión, donde el conductor del noticiario era Javier Solórzano. De ahí fue obteniendo siempre mejores foros y constituyó una dupla informativa muy interesante con Solórzano.

La primera vez llegó a la empresa de Don Joaquín Vargas con la dirección de Pedro Ferriz de Con. El servicio informativo comenzaba con Ferriz en la mañana, Aristegui a medio día y Solórzano por la tarde noche. Después vino el arribo a Imagen en el 90.5 fm y junto con Ferriz y Solórzano formaron una sociedad que más tarde se rompió y metió a Aristegui y Solórzano en un terrible pelito legal con Pedro Ferriz de Con.

Con el pleito legal encima, Aristegui y Solórzano regresaron a la televisión realizando el programa Circulo rojo, que se transmitía por el canal 2 de Televisa. Terminó el contrato y terminó la emisión. De ahí ambos comunicadores ingresaron a las filas de W Radio, ya para entonces dirigida por la línea editorial del consorcio español.

 En W Radio las cosas fueron bien al principio y desgastantes con el paso del tiempo. El primero en salir (y me parece muy congruente) fue Javier Solórzano, simplemente no aceptó la línea editorial del grupo de los Polanco. Carmen Aristegui se quedó más tiempo, ¿por qué? No lo sé. El caso es que después de varios meses, Aristegui renunció a W Radio por la supuesta injerencia en su línea editorial. El contexto político hacía pensar que era por el espacio que le brindaba a Andrés Manuel López Obrador y la crítica constante a la derecha mexicana.

Cuando Solórzano dejó la W, apenas unos cuántos lo señalaron, creo que fue porque con la experiencia de Solórzano lo condujo a tomarlo como un ciclo laboral más en su vida profesional y había que hacerse para adelante, sin lamentos ni chantajes. En cambio con la salida de Aristegui se dio a conocer con estruendoso escándalo,  con una idea  que se vende muy bien: coartar la libertad de expresión. Parte del gremio periodístico se volcó en torno a las muestras de solidaridad con Aristegui culpando al gobierno.

En lo particular, pedí que en ese ánimo de transparencia Carmen Aristegui nos comunicará a los radioescuchas los motivos precisos de su separación de la W, ¿a qué la querían obligar, qué tenía que cambiar, a qué intereses debía someterse? Nunca hubo respuesta.

Conversando con conocidos cercanos a W Radio, me comentaron que los directivos del grupo Prisa, solicitaban a Aristegui más equidad y menos escándalo, que el mismo espacio que se le daba al PRD, se le diera al PRI y al PAN, que se buscarán todos los frentes de la información. Porque tan malo es darle todo el espacio a la derecha como nocivo es darle todo el tiempo a la izquierda.

Ahora que Aristegui regresa a MVS por segunda ocasión, lo hace con el periodismo de escándalo, con declaraciones que a nadie le importan de un senil expresidente, con grabaciones ilícitas hechas a Luis Téllez en un evidente pleito privado; y lo más reciente leyendo cartas de Televisa.

Honestamente, no creo que alguien se haya sorprendido con las declaraciones de Miguel de la Madrid, tampoco creo que Luis Téllez (ahora Director de la bolsa de valores) se haya quedado sin trabajo por bocafloja, ni creo tampoco que televisa dedique sus recursos para fastidiar a Aristegui.

La mesa política que hace con los mismos intelectuales que en algún momento estuvieron con José Gutiérrez Vivó, la mayoría de las veces es un monólogo de Aristegui. Pido perdón a los lectores, pero lo siento a mí no me gusta.

Y para cerrar con broche de oro, no sé si sea un problema físico o de otra naturaleza, pero Carmen Aristegui no siempre pronuncia la “r”. La he escuchado con atención y hay veces que la misma palabra que contiene la letra “r” es bien pronunciada y “otas” veces no. No sé ustedes estimados lectores, pero creo que la correcta dicción es fundamental para todo aquel que tenga por actividad principal hablar en un micrófono.

En fin, por todas estas razones no puedo coincidir con aquellos que dicen que Carmen Aristegui es la mejor opción. Pero como reza el refrán: en gustos se rompen géneros…